Las defensas del organismo contra los radicales libres son compuestos naturales llamados antioxidantes. Estos compuestos son usados en el organismo para neutralizar los radicales libres en tres formas específicas:
1. Impidiendo su formación.
2. Reduciendo su potencial energía.
3. Interrumpiendo la reacción oxidativa en cadena, minimizando así el daño que causa.
Los tejidos oculares, (iris, cristalino, cuerpo ciliar, anexos, etc.), son permanentemente deteriorados por la acción de los radicales libres. Los ojos sufren cambios retinianos degenerativos relacionados con la edad y con degeneraciones tapeto-retinianas heredodegenerativas, en cuya fisiopatología hoy en día se reconoce la gran influencia de la acción de los radicales libres.
Uno de los mayores cambios en los estándares de cuidado de los pacientes con degeneraciones retinianas se produjo con la publicación del estudio sobre la degeneración macular relacionada con la edad (AREDS), auspiciado por el National Institute of Health de los EE. UU. La investigación se llevó a cabo y se continúa con un estudio multicéntrico en 15 universidades por un período inicialmente reportado de 10 años. Se produjeron evidencias concluyentes: grandes cantidades de las vitaminas antioxidantes A, C y E combinadas al Zinc, son muy útiles en la prevención de las degeneraciones retinianas relacionadas con la edad y con el desarrollo de las retinopatías heredodegenerativas.
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